UNESCO indica que “No existe una definición universalmente aceptada de IA. Las organizaciones multilaterales, las empresas de tecnología y la academia han asumido diferentes enfoques al respecto.”
Una intención de definirla afirma que: “La definición más sencilla y generalizada de inteligencia artificial (IA) la concibe como "máquinas capaces de emular determinadas funcionalidades de la inteligencia humana", incluyendo percepción, aprendizaje, razonamiento, resolución de problemas, interacción lingüística y producción creativa.”
United States Copyright Office (US Copyright Office) ofrece la siguiente definición: “Artificial Intelligence (AI): A general classification of automated systems designed to perform tasks typically associated with human intelligence or cognitive functions.55”
Los diferentes autores e instancias utilizan distintas nociones sobre el concepto. UNESCO se enfoca en indicar que la IA se centra en la imitación de la inteligencia humana.
La Comisión Europea la define como sistemas de software (y posiblemente también de hardware) diseñados por humanos que, ante un objetivo complejo, actúan en la dimensión física o digital:
Los sistemas de IA pueden usar reglas simbólicas o aprender un modelo numérico. También pueden adaptar su comportamiento al analizar cómo el medio ambiente se ve afectado por sus acciones previas.
El uso de la IA ya no es futuro, sino presente y la misma permea todas las esferas de nuestra vida y también de la labor académica (administración universitaria, enseñanza-aprendizaje, investigación, publicación). Este uso presenta tanto ventajas como retos, tanto de índole educativo, como ético. Organismos internacionales como UNECO, la Unión Europea, Universia e investigadores de diversas instituciones han creado recomendaciones, directrices y políticas al respecto.
Como se indica “The proficiency of generative AI in skillfully utilizing human language and generating outputs from well-crafted prompts (Bozkurt & Sharma, 2023; Liu et al., 2023; Lo, 2023; Sharma & Bozkurt, 2024) requires us to critically reconsider concepts such as cocreation, ownership, and authorship in academic writing processes (Bozkurt, 2023c). This necessitates the adoption of new approaches towards academic integrity and transparency in various areas, including academic writing and reporting.”
US Copyright Office define la “Generative AI: An application of AI used to generate outputs in the form of expressive material such as text, images, audio, or video. Generative AI systems may take commands or instructions from a human user, which are sometimes called “prompts.” Examples of generative AI systems include Midjourney, OpenAI’s ChatGPT, and Google’s Bard.” (2023, p.17) y reconoce la capacidad de la inteligencia artificial generativa para producir resultados que son utilizados por millones de americanos.
UNESCO citando a Leslie indica que “La ética de la IA se refiere a “un conjunto de valores, principios y técnicas que emplean estándares ampliamente aceptados de lo correcto y lo incorrecto para guiar la conducta moral en el desarrollo y uso de las tecnologías de IA” (Leslie, 2019, p. 3)” y desglosa los valores y los principios éticos de la IA.
En la Política de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España se presentan los desafíos de la IA y posibles soluciones:
Retos y peligros de la inteligencia artificial
Aunque la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la forma en que interactuamos con el mundo, también presenta una serie de retos y preocupaciones:
¿Cómo mitigar los impactos negativos?
Para mitigar el impacto negativo de la inteligencia artificial, es importante tomar medidas para garantizar que la tecnología se utilice de manera responsable y ética. Entre otras:
Se recomienda que los profesores e investigadores conozcan la normativa institucional aplicable para el uso de la IA en la enseñanza e investigación. En caso de la publicación se sugiere, además, conocer la política relacionada al uso de la IA de la revista de interés y del editorial al cual pertenece.
UNESCO ofrece ejemplos de la integración de la IA en los procesos de enseñanza-aprendizaje y de la investigación:
(Liu et al., 2023, pp.73-73)
El uso de la IA en el ámbito académico debe regirse de los mismos principios éticos de mencionados en la parte inicial de esta guía. La tarea de las instituciones de educación superior es proveer el marco institucional respecto al uso responsable de la IA. Lo mismo es válido para las publicaciones científicas. Los editores han de trazar las pautas del uso aceptable de las herramientas de IA en la publicación. Esto considerando las ventajas, las desventajas y los sesgos que pueden presentarse utilizando la IA.
Además, para los investigadores es importante considerar que U.S. Copyright Office indica lo siguiente respecto a la autoría de textos generados por medio de IA:
“The AI Registration Guidance reiterated the principle that copyright protection in the United States requires human authorship. Under well-established case law, the Guidance explained, “the term ‘author,’ used in both the Constitution and the Copyright Act, excludes non-humans.”27 In the context of generative AI, this means that “[i]f a work’s traditional elements of authorship were produced by a machine, the work lacks human authorship and the Office will not register it.”28 “
PO Box 23302, Ave. Ponce de León San Juan PR, 00931
Comisión Estatal de Elecciones CEE-SA-2020-3538
Aprobado por la Comisión Estatal de Elecciones y el número de radicación correspondiente